Ayla islámica temprana

Ayla islámica temprana

La ciudad de Aqaba es rica tanto por su patrimonio como por su historia. La antigua ciudad prosperó durante muchas siglos y fue testigo de muchas dinastías diferentes. Antiguamente, en las épocas de la Biblia, se la conocía como Elot, y durante los periodos romanos e islámicos se hablaba de ella como Aela o Aliana, si bien los griegos antiguos la habían denominado Berenice.

Los mamelucos nombraron a la ciudad Aqaba, en referencia a las montañas situadas al oeste de la ciudad en el camino de Egipto. Su nombre actual proviene de "Aqaba Ayla", donde la palabra Aqaba se refiere a cualquier camino o sendero con bordes altos y fuertes pendientes, haciendo alusión al estrecho paso que lleva hasta Wadi Yitm.

La ciudad fue redescubierta y excavada en 1989, una fecha que está inscrita en muros de piedra fortificados de 165 mx 140 m, con 2,6 m de grosor. Estaba rodeada por 24 torres colocadas alrededor de la ciudad en forma de U. Dos calles principales atravesaban la ciudad y se encontraban en el medio, dividiéndola en cuatro secciones. Cada sección tenía una puerta, la puerta del norte venía de Egipto, la puerta del este era la puerta de Damasco, la puerta de Hiyaz en el sur y la puerta occidental conducía al mar, de esta manera se logró que fuera vital como ruta comercial y que fuera conexión entre el Mar Mediterráneo y la Península Arábiga.

Tras la conquista musulmana en 636 d.C. El Profeta Mahoma, la paz sea con él, estableció la primera ciudad islámica fuera de la Península Arábiga dentro de Ayla, y se refería a esta ciudad como la Puerta de Palestina. La ciudad servía de parada para los peregrinos que se dirigían hacia las ciudades santas y la Meca. Su ubicación era crucial para la difusión efectiva del Islam en toda la región árabe, África y Europa. Aqaba seguiría prosperando bajo la dinastía Ummayad, los abasíes y los Fatmids.

Ayla floreció durante esta época. Sin embargo, varios terremotos y incursiones provocaron el declive de la ciudad y cayó bajo el dominio de los cruzados. Bajo el imperio del rey Baldwin I de Jerusalén, éste logró controlar la costa del golfo de Aqaba y también el paso de caravanas procedentes de Egipto y Siria. Durante el dominio de Salah Al-Deen Al Ayoobi, Saladino, los musulmanes retomaron la ciudad. Más tarde la ciudad fue gobernada por los Mamelucos que la cambiaron y ampliaron.

La Ayla fortificada fue concebida y construida según las estructuras islámicas llamadas Msir. Estaba rodeada por cuatro muros fortificados, con una mezquita de 55mx 35m en la sección del noreste, el santuario de dos islas paralelas dirigidas hacia el Quibla, en el centro de la muralla suroriental un Mihrab, que también estaba orientado hacia el Quibla. En años posteriores, la mezquita se expandió y se creo, en el suroeste, un mercado con vistas al mar.

Bajo el dominio otomano, Aqaba fue relegada a un centro pesquero y de comercio. La ciudad cayó en declive hasta la Gran Revuelta Árabe, donde tuvo un protagonismo crucial en el éxito de la campaña y el derrocamiento definitivo del imperio.

Hoy en día, Ayla es sede de inversiones locales e internacionales así como de otros proyectos y la próspera ciudad es un centro para el tráfico comercial y marítimo. Además, es famosa por sus lujosos hoteles internacionales, sus spas y sus resorts.

 

 

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